El Real Madrid cayó derrotado en el "Clásico" por una mala decisión consensuada entre Gareth Bale y Zinedine Zidane, la falta de oficio de Marcelo en la última jugada del partido , los problemas de Casemiro sin ayudas ante Messi o la ausencia de Isco.

1. Mala decisión de Bale y Zidane.

La ilusión que tenía Gareth Bale por jugar el Clásico es la misma, al menos, que tenían Isco Alarcón y Marco Asensio. Fue el argumento al que se agarró Zidane para justificar la titularidad del galés, obstinado en convertir en intocable a la BBC y el dibujo 4-3-3, cuando quedó demostrado que su jugador, aunque le dijese lo contrario, no estaba en condiciones físicas para soportar un duelo de tan alta intensidad. Con un centrocampista más, el Real Madrid habría tenido mayor control del partido y posesión. Jugó al intercambio de golpes y en esta ocasión le salió mal.

2. Falta de oficio en la última jugada y exceso de hambre.

Marcelo decidió no hacer falta en el arranque de orgullo de la última jugada de Sergi Roberto que acabó en el gol del triunfo de Messi. Se equivocó por no frenar la acción cuando se pudo y el Real Madrid también por no darse por satisfecho con el empate jugando en inferioridad numérica por la expulsión de Sergio Ramos.

3. Sin ayudas en el marcaje a Messi.

Hizo el argentino una lectura perfecta de partido. Retó a Casemiro a un duelo personal y le superó siempre. No hubo ayudas a Casemiro de sus compañeros de centro del campo. Siempre que Leo se fue del brasileño encontró espacios y metros por delante para generar desequilibrio. No hubo jugador que le pudiese frenar.

4. La ausencia de Isco.

Una vez más en un duelo de altos vuelos Isco fue suplente con Zidane. No solo eso, vio cómo otros compañeros le adelantaban y se quedaba sin minutos cuando el Real Madrid necesitaba un futbolista de su calidad con el balón, para intentar tener posesión y enganchar su fútbol ofensivo, que no existió en el primer acto.

5. Derrota táctica ante Luis Enrique.

Luis Enrique retocó su sistema para frenar el peligro ofensivo de los laterales madridistas y a Zidane le faltaron recursos para cambiar la dinámica del partido. Con el empate firmado a la heroica faltó la voz de mando del técnico para recular líneas y dar por bueno un punto que era decisivo.