Saulo Hernández, entrenador del Aquimisa Queso Zamorano, realizó una intervención en la rueda de prensa post partido que resume lo que han sido todos estos meses de sufrimiento y trabajo incansable por alcanzar el objetivo. Hernández pronunció las siguientes palabras que transcribimos íntegramente: "Llevo toda mi vida en el baloncesto, como jugador desde los 17, seis años de entrenador, y siguiendo este deporte desde pequeño y no recuerdo nada similar a lo que hemos conseguido. Es que un mes y medio atrás íbamos últimos, teníamos 5 victorias y solo quedaban 6 partidos por jugar. Ganamos partido a partido y, cuando parecía que ya lo teníamos en nuestra mano, hoy llegamos al descanso 17 abajo y 15 al final del tercer cuarto en el partido en el que te lo juegas todo".

"Lo que pasó es que en el vestuario, al inicio del partido, les dije que si había una cosa que me asombraba de este grupo era la palabra fe, porque hay que tener mucha fe y muchas narices para que, cuando las cosas vienen tan mal dadas, hay que tener muchas narices para seguir creyendo en el entrenador, en los compañeros, en ti mismo. Y al final, es una de esas cosas superbonitas que te da el deporte a nivel personal, de comprobar lo que hace en un grupo este tipo de valores, más allá de lo técnico-táctico, que también es importante. Pero hoy, con lo técnico-táctico, al descanso, era poco. No hablé para nada del juego en el vestuario, hablamos de controlar nuestra cabeza, nuestras emociones y de seguir teniendo fe".

"Este club es un poco especial, mi padre lo fundó el año que yo nací, yo he jugado muchos años en él, y lo considero una parte más de mi vida. Hace 6 años, cuando cogí las riendas como entrenador, el gran sueño mío era algo parecido a lo que hemos visto hoy. Hay que saber de dónde venimos, hace seis años estábamos en Liga EBA y venían al pabellón 20 personas. Nunca me habréis escuchado hablar del dinero que tenemos porque no procede. Si sales a jugar tienes que atenerte a las consecuencias del dinero que tengas pero tenemos las limitaciones que tenemos. Para mi hoy ver el pabellón como estaba, más de mil personas apoyando al equipo, remontar 17 puntos, ganar en los últimos segundos y asegurarte un año más en Plata, es increible. Lo hemos hecho y a mi es algo que me va a quedar para el resto de mi vida", concluyó el entrenador del CB Zamora, sentado en la rueda de prensa junto a Chris Hansen, tal vez su jugador más brillante.