El Real Madrid se apuntó este miércoles el primer punto de la serie de cuartos de final de la Euroliga frente el Darussafaka Dogus (83-75) en el Wizink Center tras un encuentro en el que pasó más apuros de lo esperado, y que solventó un Sergio Llull que apareció a tiempo, ante un cuadro turco que de la mano de Wanamaker castigó a los blancos y se quedó muy cerca de dar la sorpresa.

El conjunto merengue comenzó a remolque un primer cuarto en el que estuvo poco acertado de cara a canasta (7/14), una situación completamente distinta a la acontecida en el último precedente en Madrid cuando un estratosférico Llull anotó 19 puntos iniciales. Esta vez el balear no pudo sacar su habitual varita y fue neutralizado en el primer periodo (16-24) por la intensa defensa turca, a la que tan solo Ayón pudo hacer daño bajo el poste.

Tampoco comenzó nada esperanzador el segundo cuarto con dos canastas fáciles de Darussafaka que suponían un parcial de 0-9 muy complicado para los de Laso. Un enrevesado obstáculo que se encargó de romper primero Doncic y luego un triple de Thompkins para acercarse peligrosamente a siete unidades (21-28). Sin embargo, de nuevo la calidad del motivado ataque turco, cimentado en la labor de sus jugadores norteamericanos, menguó las esperanzas blancas (30-36).

Fue entonces, a falta de apenas 40 segundos para el descanso, cuando apareció el de siempre, cuando volvió a brotar la ilusión en las gradas del WiZink Center. Dos triples consecutivos de Sergio Llull dejaban una diferencia mínima al descanso (36-37) y daban alas a un Real Madrid que necesitaba 'como agua de Mayo' la aportación de su jugador franquicia. Una aparición estelar que espoleó, sin duda, al Madrid en la segunda mitad.

La losa con la que se había encontrado de inicio el conjunto blanco se convirtió tras el paso por los vestuarios en una insignificante arenisca que no truncó su inmaculado camino europeo. La inspiración bajo el aro de Ayón, internada magnífica incluida, y la de Llull como 'repartidor' provocó un arreón imparable en el tercer cuarto (61-53) que cambió por completo la cara al partido. Despertó así el Madrid y lo hizo también enérgicamente su afición al no considerar como técnica una caída del de Mahón.

Con una contundente ventaja de ocho puntos, aunque no suficiente ante un Darussafaka que no se desconectó en ningún momento, fue Jaycee Carroll quien asumió el mando con dos triples que colocaron una renta cuantiosa (72-60). No se vino abajo pese a ello el cuadro de David Blatt que, con un potente mate de Clyburn y un 2+1 de Anderson, se volvió a meter de lleno en la batalla (76-72) y rozó la sorpresa en el primer choque de esta eliminatoria con otro más de Wanamaker.

De disiparlo se encargó pronto Llull con su eficacia desde la línea de tiro libre, a la que sumó un valiosísimo rebote tras propio fallo que culminó en una nueva canasta para su colección. De esta forma acabó el balear con la esperanza turca (83-75) y dio el primer punto, y no sin esfuerzo, en la serie al Real Madrid.

Real Madrid: Llull (23), Taylor (3), Maciulis (3), Randolph (9) y Ayón (14) --quinteto inicial--; Doncic (4), Reyes (-), Draper (3), Rudy Fernández (4), Carroll (6), Hunter (9) y Thompkins (5).

Darussafaka: Wilbekin (8), Wanamaker (21), Clyburn (15),Harangody (11)y Zizic (5) --quinteto inicial--; Batuk (-), Anderson (8), Bertans (7), Moerman (-), Slaughter (-), Aldemir (-) y Yagmur (-).

Parciales: 16-24, 20-13, 25-16 y 22-22.

Árbitros: Lamonica (ITA), Ryzhyk (UKR) y Boltauzer (SLO). Sin eliminados.