El Unicaja se proclamó hoy campeón de la Eurocopa tras protagonizar una brillante remontada en el último cuarto que noqueó por completo a un Valencia Basket que ya acariciaba la victoria y que fue incapaz de responder a la enorme demostración de fe, amor propio y recursos del equipo malagueño.

El conjunto andaluz no sólo superó el factor pista como ya había hecho en las dos eliminatorias anteriores y el impresionante ambiente que se vivió en la Fonteta, sino que le dio la vuelta al marcador sin Alen Omic, que había sido hasta entonces su mejor jugador y que fue expulsado por entrar a la pista desde el banquillo para separar una pelea con el balón aún en juego.

Los dos entrenadores decidieron retocar sus quintetos y guardarse balas en la recámara. Pero, de inicio, el movimiento le salió mejor a Joan Plaza, pues el descaro de Alberto Díaz, que anotó siete de los primeros catorce puntos de su equipo, disparó a los visitantes y obligó a Pedro Martínez a parar el partido (6-14, m.5).

La entrada de Dubljevic serenó al Valencia y dos triples seguidos de Joan Sastre y dos más del montenegrino pusieron por delante a los locales, hicieron 'estallar' a una abarrotada Fonteta y noqueraron al equipo malagueño.

Emparejado con Okouo al estar Omic descansando, el interior anotó doce puntos casi seguidos e hizo buena la apuesta de Pedro Martínez por alterar el guión que hasta ahora había llevado la serie, pues Plaza había hecho que los dos balcánicos coincidieran siempre en la pista.

El regreso al banquillo de Dubljevic y el buen trabajo defensivo del Unicaja frenó al Valencia pero el equipo malagueño había perdido el hilo en ataque y Nedovic no se lo devolvió. A los locales les bastaron un par de acciones aisladas para llevar su renta a la frontera de los diez puntos. (31-21, m.16).

Pero el Unicaja no perdió la calma. Supo buscar las faltas del Valencia y a base de tiros libres y pese a no tener un gran porcentaje desde el perímetro se las arregló para que el choque llegara al descanso bastante más nivelado (33-30, m.20).

El paso por los vestuarios refrescó las ideas locales. Con Van Rossom y San Emeterio más entonados en la dirección y en la anotación, el Valencia pasó la barrera de los diez puntos. La defensa de Dubljevic neutralizaba a Omic y los visitantes se encontraron sin recursos (47-35, m.25).

Cuando peor pintaban las cosas para los malagueños, aparecieron Dani Díaz y Carlos Suárez para mantenerle a flote. Además, el choque se paró tras un enganchón entre Rafa Martínez y Nedovic en el que se metió para separarlos Omic y que los árbitros consultaron en el 'instant replay'. El resultado fue la expulsión del esloveno, aparentemente por entrar a la pista desde el banquillo con el balón en juego (51-43, m.28).

El Unicaja pese a llegar a estar trece abajo y sin pívot natos no se rindió pero en un principio tampoco encontró la forma de recortar su desventaja y poner nervioso al Valencia. Tras mucho buscar, encontró una zona en su repertorio y, aunque cedió el control del rebote, consiguió hacer perder el norte a su rival (56-56, m.36).

Con los locales aturdidos, apareció Jamar Smith para mandarlos a la lona con dos triples seguidos. Selló así un parcial de 0-17, que puso al equipo malagueño cinco puntos arriba y acabó de desmontar a un Valencia al que la presión jugó una mala pasada.

Ficha técnica:58 - Valencia Basket (22+11+21+4):

Vives (-), Rafa Martínez (3), San Emeterio (7), Thomas (6), Oriola (4) -cinco titular- Van Rossom (6), Sato (5), Dubljevic (16), Sastre (8) y Sikma (3).

63 - Unicaja (18+12+13+20): Alberto Díaz (12), Nedovic (6), Waczynski (3), Brooks (9), Omic (8) -cinco titular Okouo (-), Fogg (2), Diez (9), Smith (10), Lafayette (-) y Suárez (4).

Árbitros: Radovic (CRO), Ryzhyk (UCR) y Majkic (SLO). Eliminaron por falta descalificante a Omic (m.28) y a Rafa Martínez (m.40).

Incidencias: tercer y último partido de la final de la Eurocopa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 8.600 espectadores.