Fueron días sin Liga, días de selección. Y los días sin Liga en España son muy duros. El fútbol es evasión más que discusión. Hombre, siempre tenemos a un sector de forofos que la arma a la más mínima. Son los aficionados llorones, que en España están muy localizados. En realidad ya están localizados (curiosamente todos del mismo signo) en la mayor parte de países de la UE. Pero aun con llorones, los días sin Liga son como un arroz con leche sin arroz, que no es tal.

La selección no da para la agitación diaria, la del bar (pongamos bar como símbolo de todo corrillo futbolero), como mucho da para un conato de minipolémica que no llega ni a estreñir. Los líos se apagan en pocas horas porque el pretendido "animador" que enciende la mecha no da más de sí.

Creó su debate en cambio el VAR (videoarbitraje). Ya saben: el uso de la tecnología para remediar los errores de los árbitros de campo. En esta ocasión el VAR hizo justicia al quitar un gol a Francia y devolverle otro a España. Ciertamente el VAR tiene la fuerza suficiente como para provocar debates de bar en bar.

También se quiso entretener este par de semanas con Raúl, al que desde que es embajador de la Liga le suelen caer capones por su indefinición heráldica. Poca culpa o ninguna tiene Raúl de estos jaleos. A él le dijeron que era embajador de la Liga, pero nadie le explicó que todo embajador es diplomático. Y un diplomático tiene mil formas de zafarse de asuntos comprometidos. Para el guionista número tres de Al Palo esto de la diplomacia todavía no lo pilló. Al final se arregló con el anuncio de su regreso al Real Madrid, que es la única manera de que no vuelvan a intentar meterlo en el lado oscuro.

Por tanto, mientras las selecciones volvieron a irrumpir en la vida normal de cualquier ser normal aficionado al fútbol, el aburrimiento presidió la escena futbolística. Fue tal la monotonía que se van a necesitar unos días más para entrar en calor una vez visto lo del Madrid con el Alavés (los merengues espabilaron en los últimos minutos) y vistos otros encuentros (algunos especialmente) del campeonato. Es lo que tienen estos "parones de selección": apagan el ánimo por falta de actividad (dos partidos de la Roja, uno de ellos amistoso, no dan para emociones), y esa caída de ánimo retarda la pasión liguera. De momento diremos eso de ¡cómo sigue la Liga en casi todos sus tramos!