El Aquimisa Queso Zamorano sumó ayer una victoria que le mantiene vivo en la lucha por la permanencia y que le permite comenzar a creer de verdad en que el milagro es posible. El equipo zamorano fue claramente superior a un Alcázar que, sin embargo, apretó al final y a punto estuvo de llevarse una victoria que no hubiera sido merecida. Pero esta vez, los zamoranos sí supieron mantener la cabeza fría en los instantes finales para llevarse un triunfo que le permite abandonar el último puesto de la clasificación y acercarse a solo dos victorias de la permanencia.

Fue una victoria fraguada en el gran estado de forma al que ha llegado el equipo en esta recta final de la Liga y que le permite mantener un altísimo nivel durante los 40 minutos, frente a un rival que ayer dio la impresión de que le está pesando bastante este final de la temporada.

El Aquimisa demostró desde los primeros minutos que afrontaba mucho más motivado el encuentro y, por el contra, el Alcázar no encontraba el tiro exterior de que ha presumido durante toda la liga. Tras un inicio equilibrado en el que los protagonistas fueron por ambos bandos Sango Niang y Will Thomas, los zamoranos comenzaron a marcar distancias en el marcador a partir del minuto 5 con 12-8, una ventaja que ya no dejaría de crecer hasta el 23-12 con que se cerraba el primer cuarto.

Pareció entrar en el encuentro el equipo manchego en el segundo cuarto y metió el miedo en el cuerpo a la afición local colocándose a solo tres puntos al final de la primera parte. Alcázar conseguía un parcial de 0/8 y poco a poco iba arañando su desventaja gracias al buen trabajo exterior, mientras Johan Kody, en un espectacular momento de forma, imponía su ley y la calidad que atesora en el juego interior. El Aquimisa volvió a la cancha mucho más motivado tras el descanso y dio otro importante empujón que le permitió distanciarse a 47-34 frente a un rival que estaba totalmente desquiciado y que no encontraba la forma de frenar a los de Saulo Hernández. Con 54-47 se inició el cuarto definitivo en el que los zamoranos comenzaron a acusar el desgaste físico y su rival echó mano a su experiencia para, poco a poco, comenzar a remontar de nuevo en el marcador. Así, el Alcázar conseguía tomar la delantera con 59-60 gracias a un triple de Thomas. Kody cometía su cuarta personal en ataque -muy protestada por el público- pero los zamoranos no se vinieron abajo y continuaron confiando en sus posibilidades para igualar a 63 en el minuto 38 y con 65-65 se entraba en el último minuto.

Entonces, Sango supo mantener la cabeza fría para acertar con tres tiros libres que ya resultarían definitivos.