El Atlético de Madrid acabó goleando a un Sporting que lo tuteó en la mayor parte del partido pero que se encontró con un Gameiro que marcó tres goles en cinco minutos dejando sin premio el esfuerzo de los locales.

La necesidad de puntos del Sporting hace que poco importe la identidad de su rival y por ello ayer dieron el máximo posible nate el bloque de Simeone, al que disputó la posesión y tuteo durante toda la primera mitad en la que Griezmann y Torres tuvieron las mejores ocasiones visitantes y Traoré las que bien pudieron ser gol por parte asturiana. Aún así, al descanso se llegó sin goles.

Tras el receso el partido dio un vuelco en 11 segundos, los que tardó Carrasco en superar al marcaje de Lillo y lanzar un potente disparo que se convirtió en el 0-1.

El Sporting se encontraba inmerecidamente por detrás en el marcador. pero la alegría madrileña duró apenas dos minutos porque Sergio Álvarez consiguió el empate en un disparo cruzado desde el borde del área que se coló por entre un mar de piernas.

El rápido empate volvió a levantar los ánimos asturianos, pudiendo llegar el 2-1 en un par de acciones posteriores y forzando a Simeone a realizar dos cambios, dando entrada a Saul y Gameiro. Una apuesta que resultaría decisiva para el envite.

Tras muchos minutos dormido, el Atlético se acercó a la meta local. Griezmann marcó en el 74 pero el árbitro no dio validez al tanto. Un aviso de la intención madrileña por hacer valer la calidad de sus hombres.

Una realidad, la diferencia de nombres, que se plasmó en los últimos minutos. En el 80, Griezmann se metió entre los centrales y cedió a Gameiro, que dribló a Cuéllar en su su salida y marcó a placer. Un tanto que forzó al Sporting a lanzarse al ataque con las pocas fuerzas que le quedaban, lo que fue su perdición y supuso una goleada.

El propio Gameiro en jugada personal sentenció un minuto después con un tiro cruzado y puso la puntilla con un 1-4 que fue mucho castigo para los locales.