Si el Barça y el Madrid son el caviar del fútbol europeo (y mundial), la Liga de Campeones vuelve esta semana a escena a lo grande, con sus mejores galas: mañana juegan los azulgrana en París ante el PSG (20.45 horas Antena 3) y el miércoles los blancos reciben el Nápoles en el Bernabéu (20.45 horas, BeIN). Dos platos fuertes para el regreso del mayor espectáculo futbolero continental. Atlético y Sevilla, los otros dos equipos españoles, disputan la semana que viene sus partidos ante Leverkusen y Leicester, respectivamente.

El vigente campeón retoma el miércoles en el Bernabéu el pulso a su torneo favorito. Lo que viene ahora es lo que le gusta al Madrid: las eliminatorias, la modalidad de KO. Ahí, en el intercambio de golpes, en las eliminatorias al límite, en la vida de ida y vuelta, se suele sentir cómodo el Madrid. Así ha sido tradicionalmente y ahí ha forjado su leyenda en esta competición. El equipo de Zidane busca este curso lo inédito desde que el formato es Liga de Campeones: que un mismo equipo conquiste el título dos años consecutivos.

De mano asoma un rival peligroso, mucho más incómodo hoy de lo que pudo parecer el día que el bombo juntó sus caminos en diciembre. El peligroso Nápoles es un grupo sin nombres galácticos pero con un bloque majo que no sólo está tercero en el Calcio sino que acumula 13 partidos en Liga sin perder, 18 en total. No conoce la derrota desde el mes de octubre y es el equipo más goleador del torneo italiano (57 goles). En los últimos cinco partidos ligueros, por ejemplo, suma 15 tantos, a tres de por duelo, y tienen en estado de gracia al belga Mertens, buen socio de Callejón en el ataque napolitano.

Apeados de la Copa, los blancos van tirando en Liga, firmes pero sin brillo, como ocurrió el sábado en El Sadar. Bale ya se entrena con el grupo pero el propio Zidane lo descartó para el miércoles. Danilo sufrió un golpe que no es grave y podrá estar a disposición del francés. El partido ha sido declarado de alto riesgo y se esperan unos 4.000 aficionados italianos en Madrid. La vuelta, en San Paolo, se disputará el martes 7 de marzo.

Antes, mañana mismo, el Barça jugará en París un partido de alto standing, casi un clásico ya en esta competición. Barça y PSG se vieron hace dos años en cuartos, la temporada en que el equipo de Luis Enrique se proclamó campeón en Berlín. En la 2012-2013, también en cuartos, el Barça (entonces de Tito Vilanova) apeó igualmente a los franceses de la competición.

Los azulgranas llegan lanzados tras su partido redondo en Vitoria (0-6). Con el tridente (Messi, Neymar y Luis Suárez) en estado de gracia, la novedad es la vuelta de Rafinha a la convocatoria, de la que se caen Aleix Vidal (lesionado de gravedad) y Mascherano y Arda con lesiones musculares.

E equipo de Emery se ha mostrado irregular, pero ha enderezado el rumbo en las últimas jornadas. Hoy es segundo clasificado de la liga francesa y llega tras ganar 0-3 ante el Girondins con tantos de Di María y Cavani (2). La novedad del PSG podría ser la vuelta de Verrati, pieza clave para Emery, tras superar una lesión muscular. El partido de vuelta en el Campo Nou se jugará el miércoles 8 de marzo.

Al margen de Madrid y Barça, completan la semana el Benfica-Borussia de Dortmund (mañana, 20.45 horas, beIN) y Bayern de Munich-Arsenal (miércoles 20.45 horas en beIN). La semana que viene, el Atlético de Madrid visita al Bayern Leverkusen (martes 21 a las 20.45 horas, Antena 3) y el Sevilla recibe al Leicester inglés en el Sánchez Pizjuán el miércoles (20,45 horas, beIN).