La galga blanca Sobrina, del club Virgen de La Veguilla, se proclamó ayer de forma brillantísima campeona de la Copa Zamora en la que se han dado cita este año la práctica totalidad de los clubes de la provincia. Sobrina protagonizó una brillante remontada en su duelo contra Paula, del Duero zamorano, que consiguió el primer punto pero terminó por ceder ante el poderío físico de la perra blanca que ya sabía lo que era ser finalista de uno de los subgrupos de Castilla y León del pasado año.

Pero, por encima de la calidad de los perros, un año más, las grandes protagonistas fueron las liebres de Granja de Moreruela, que se hicieron desear ayer, pero que ofrecieron un episodio que recordarán durante mucho tiempo los más viejos del lugar: una carrera que sentendió el campeonato con una duración de más de cuatro minutos en la que la liebre estuvo a punto de "reventar" a sus dos perseguidoras. Paula arrojó la toalla exhausta tras una larguísima jornada de caza que finalizó tras seis horas de ininterrumpida competición y Sobrina alcanzaba una victoria digna de una máxima competición nacional. Para sí quisieran una liebre así los aficionados que acudan hoy a la gran final del Campeonato de España en el coto de Osuna.

Fue una jornada agotadora, en la que el primer punto no llegó hasta que se habían cumplido más de tres horas de competición. Paula realizó una buena salida y llevó durante 1´53´´ a Sobrina pegada a los talones, pero el juez daba el punto para la perra zamorana de pelaje barcino. Hasta entonces, varias liebres habían salido muy lejos o se habían ido al perdedero demasiado pronto aunque por aquel entonces, el teórico favoritismo de la perra benventana, ya no era tal.

Hubo que esperar a pasadas las cuatro de la tarde para que llegasen los momentos decisivos de la jornada. Sobrina dio el primer aviso a su rival ganando su primer punto en una liebre de casi dos minutos, y poco después saltaba la gran estrella de la jornada y tal vez de la Copa, una de esas liebres míticas donde las haya de Granja de Moreruela que compensó con creces el sacrificio de la larga jornada de caza ante la que Sobrina demostró su verdadera valía.

En la lucha por el título del Galgo Español, Cala de Felipe Yeguas alcanzó la victoria beneficiada por un despiste de Cayetana de Lorenzo que perdió de vista a la liebre y echó por tierra sus opciones. Pese a ello, Cala ofreció una magnífica exhibición corriendo en solitario detrás de la rabona durante más de dos minutos.