Pese a adelantarse en el marcador en el primer cuarto de hora, el Benavente no pudo resistir el mejor juego del Peñaranda de Bracamonte y acabó hincando la rodilla ante su público por 1-2 en la que fue una merecida victoria visitante como consecuencia de la rapidez de sus hombres más ofensivos.

Los de Santi Redondo comenzaron mucho mejor que su rival el encuentro. Con llegadas por banda de Rodrigo y los remates de Cobreros y Berodas en los primeros compases de juego, aproximaciones que hicieron albergar esperanzas a los "tomateros". Ilusiones que se verían incrementadas con el 0-1, obra de Miguel en uno de los pocos errores de la zaga del Peñaranda que le permitió rematar de cabeza en el segundo palo en un saque de falta.

Sin embargo, a partir de ese momento, los visitantes tomaron el mando y, salvo una muy buena combinación entre Rafa, Berodas y Cobreros que este último remató cerca de la cepa del poste, las oportunidades fueron para el Peñaranda.

Con internadas de Dela, Sousa o Agus, los salmantinos avisaban de sus intenciones. Peligrosos acercamientos que acabaron por dar el empate en una llegada de Fran que, con un disparo cruzado tras marcharse de su marcador, batía a Luceño y dejaba el duelo abierto al descanso.

Menos ocasiones tuvo la segunda parte, principalmente porque el Benavente se defendió con más orden, aunque siguió sin acercarse a los dominios de Alex. Meta que pudo lesionarse en la jugada polémica del partido, en la que pudo hacer penalti en su salida a Rodrigo en una acción que el colegiado señaló como juego peligroso.

El partido se rompió definitivamente con el gol de cabeza de Dela al rematar de cabeza el centro de Agus en el minuto 73, con un remate en área pequeña tras una buena jugada por banda derecha. Un gol que resultó decisivo.

El 1-2 hizo que la tensión subiera por momentos y el juego se volviera cada vez más tosco, con conatos de bronca en cada entrada, ralentizándose el juego y, por tanto, desapareciendo las oportunidades de gol. Un guión que le vino a la perfección al Peñaranda, que tuvo que sufrir hasta el último instante, incluyendo los cinco minutos de prolongación en los que el Benavente no tuvo oportunidad de empatar. Ni siquiera en el último córner del encuentro en el que Luceño subió a rematar sin poder alterar el marcador.

Derrota justa del Benavente, que ve truncado sus planes, esos que marcaban enero como un mes clave para la permanencia.