Garbiñe Muguruza se metió ayer en la tercera ronda del Abierto de Australia, primer "Grand Slam" de la temporada, tras batir con trabajo a la estadounidense Samantha Crawford (7-5, 6-4), mientras que su compatriota Carla Suárez, con problemas en su hombro, cayó ante la rumana Sorana Cirstea (7-6, 6-3). Para lograr su pase, la campeona en Roland Garros, que jugó con un vendaje para proteger su aductor derecho, tuvo que esforzarse ante una Samantha Crawford muy agresiva y que supo rehacerse de un mal inicio para complicarle las cosas a la hispano-venezolana.

Las cosas comenzaron bien para una Muguruza que rompió los dos primeros saques de su rival para situarse con un cómodo 3-0 y servicio. Sin embargo, la táctica de Crawford comenzó a reaccionar y le hizo cuatro juegos consecutivos para dar la vuelta al partido. La hispano-venezolana no se puso nerviosa y lo primero que hizo fue volver a afianzar su servicio para esperar su oportunidad al resto, que le llegó en el undécimo juego. El revés de la estadounidense no funcionó como su 'drive' y Muguruza no desperdició su pelota de rotura para romper y luego sentenciar con su saque. Crawford continuó dentro del partido en el segundo parcial y siguió sobreviviendo cuando lograba conectar primeros y podía imponer su 'drive', pero la de Caracas replicó con firmeza, no permitió concesiones y se mantuvo concentrada para esperar de nuevo que se abriese un resquicio. Este surgió con 4-4 y una doble falta de la americana le dio el 'break' necesario para cerrar el partido con su saque.

Por su parte, Carla Suárez no tuvo tanta suerte y, lastrada por sus molestias en el hombro, no pudo continuar su andadura en Melbourne Park al caer ante la rumana Sorana Cirstea por 7-6(1), 6-3.