El Fútbol Sala Zamora-STX Express se llevó ayer el esperado derbi provincial ante el Atlético Benavente-Vilken Mañanes (5-3), un partido en el que no faltaron la intensidad, la emoción y la tensión que, en los últimos compases, llegó a excederse de lo puramente deportivo aunque afortunadamente la sangre no llegó al río. Hacía más de una década que zamoranos y benaventanos no se veían las caras en competición oficial y desde incluso antes de comenzar el encuentro se vieron las ganas con más de 800 espectadores en las gradas del Ángel Nieto entre los que se incluyeron cuatro autobuses fletados desde Benavente. Además, a todo se sumaba el ver en las filas blanquiazules a varios ex del FSZ como Oli, Javi Cala, Mañanes, Ángel o Jorge, que regresaron a la que fue su casa, aunque no lo hicieron con triunfo en un partido que mejoró en prestaciones y atractivo tras el descanso.

Arrancó el duelo y lo hizo con aproximaciones por ambas bandos aunque fueron los visitantes los que tuvieron más cerca el gol con una doble ocasión ante Imanol a la que respondió un disparo de Chivu y otra opción de Morales. Ambas plantillas parecían conformarse por el momento con el empate a cero, aunque transcurrido el ecuador de este primer acto, a los de Santi Calero se les veía algo mejor sobre la pista, al menos con las ideas más claras mientras que en el FSZ reinaba la cautela al verse desde el minuto 15 con cinco faltas. Sin cambios en el marcador y mucho más que ofrecer se alcanzó el tiempo de descanso aunque el panorama iba a dar un cambio de 180 grados.

Con la reanudación ambos equipos salieron más enchufados y parecieron sacudirse miedos en un pabellón que hacía tiempo no presentaba este aspecto. El FSZ Zamora se lanzó y en dos minutos aprovechó la relajación de los blanquiazules para ponerse con un prometedor 2-0, con goles de José y Morales que allanaron mucho el terreno a los suyos. Lejos de venirse abajo primero Charlie y después Javi Cala, dos de los jugadores más en forma del Vilken, pusieron de nuevo las tablas en un Ángel Nieto entregado y en el que la tensión empezaba a convertirse en protestas por ciertas decisiones arbitrales.

La realidad es que el STX Express, al contrario que en la primera parte, estaba mejor en los últimos compases y el Benavente iba a pagar caro el verse con cinco faltas en contra cuando todavía restaban siete minutos de partido, lo que les llevaba a extremar la precaución. A la contra los de Antonio Fernández trataban de matar el duelo y Morales volvía a poner a los suyos por delante a falta de tres minutos (3-2).

En el banquillo capitalino pedirán calma y cabeza a los jugadores, mientras que Santi Calero apostaba por el portero-jugador en busca de la sorpresa. La premisa no le funcionó y tras hacer la sexta falta, José ponía, de doble penalti, el 4-2, pero los visitantes lejos de rendirse volvieron a recortar distancias con Chuso de protagonista. Alentados por su afición, el Vilken trató de sorprender pero en los últimos instantes, y tras un tiempo muerto, el local José ponía el definitivo 5-3.

Entre aplausos de unos, protestas de otros y atisbos de tangana culminó un derbi que tendrá su continuidad en La Rosaleda en el último partido de la temporada.