Saulo Hernández reconoció tras el partido la superioridad del Basket Navarra aunque explicó que "lástima que no den puntos por luchar hasta el final, pero lo único que les he dicho a los chavales al acabar ha sido que delante teníamos al equipo más en forma de la Liga y, sin duda, candidato a acabar entre los tres o cuatro primeros, con el que hemos estado un punto arriba a falta de tres minutos. Algo habremos hecho bien pero nos ha faltado ese punto de tranquilidad que a ellos les sobra por veteranía y por saber jugar".

El entrenador del Aquimisa Queso Zamorano reconoció que su equipo tuvo que sobrerevolucionarse para buscar el milagro de la remontada: "Hay que pensar que llegamos a empatar gracias a esas sobrerrevoluciones. No es tan fácil para un equipo inferior, como somos nosotros, a Navarra. Cuando íbamos doce o catorce abajo, les dije que al partido había que darle ritmo porque si no era imposible ganarlo. Había que volverse un poco locos y es muy difícil a chavales jóvenes decirles luego que se calmen en los instantes finales y que jueguen como si tuvieran 35 años. Intentas aprovechar esa locura y esa excitación y hemos estado a punto de conseguirlo. Estoy orgulloso de ellos y más porque tengo la sensación de que Navarra es el mejor equipo que ha pasado por el Angel Nieto y si nos hubiera pillado hace mes y medio, no hubiera habido color, lideralmente nos habrían pasado por encima".

Una vez más el equipo se ha mostrado competitivo frente a un rival superior: "Yo no lo digo por crear falso optimismo. Un equipo que no está luchando por ascender como en otros años sino por no descender, el mayor paso que debe dar para no descender es intentar ser competitivo en todos los partidos aunque te venga a ver un gran equipo. Por estadística, por suerte o por azar, alguno de esos partidos contra rivales superiores, cuando eres competitivo, lo vas a ganar. No necesitas tanta cantidad de victorias como para ascender y no hay más que recordar que antes de este partido estábamos a una victoria de la salvación, con todo el mal inicio de año que hemos tenido. Intentamos que cada partido sea una guerra, una final y que nunca nos vayamos de un partido con la sensación de que no lo hemos dado todo. No creo que haya nadie que no haya visto que éramos un equipo inferior que tenía que ir al mil por cien, dejarse todo sobre la pista para tener opciones".