El Vilken Mañanes logró ayer una de esas victorias que hace afición al imponerse por 7-5 al FS Boal en un partido que tenía perdido al descanso, al que llegó con un 2-4 en contra que Chuso, con sus goles, se encargaría de hacer olvidar en la reanudación.

El FS Boal demostró ayer en La Rosaleda tener argumentos para no ir en los puestos de cola de la clasificación. Los visitantes dejaron claro este punto en la primera mitad pese a que Chuso abriera el marcador con un golazo por toda la escuadra desde fuera del área. Y es que, al dominio de los de Santi Calero, respondió el cuadro asturiano con una buena defensa y ágiles combinaciones en ataque, unidas a una eficacia que le otorgaron una cómoda renta al descanso (2-4).

La charla que con toda seguridad Calero dio a los suyos en el descanso tuvo resultado inmediatos, pues el Vilken Mañanes volvió a controlar el partido, pero esta vez con gran fluidez ofensiva. Un hecho que quedó contrastada en una reacción mágica, en una segunda mitad brillante que dio lugar a una trepidante remontada blanquiazul.

Charlie, autor del 2-4 y que en la tarde de ayer fue una de las piezas piezas determinantes junto con el goleador Chuso, habilitó Javi Cala para conseguir el empate. Un 4-4 que dejaba ocho minutos llenos de buen fútbol sala por parte del Vilken Mañanes, capaz de cambiar el rumbo del partido y de sacar provecho de la acumulación de faltas que sufrió un FS Boal obligado a jugar de cinco en los últimos minutos y a capitular en La Rosaleda por 7-5.