El ruso Sergey Karjakin imprimió un giro inesperado al encuentro por el título mundial de ajedrez que sostiene en Nueva York con el campeón, Magnus Carlsen, al infligir una dura derrota al noruego, que había presionado en exceso el campo negro en busca de la victoria. El aspirante, muy por debajo en las apuestas al comienzo del encuentro, había resistido todos los ataques del campeón en las siete partidas precedentes e incluso había tenido opciones de victoria en la quinta. Ahora domina el marcador por 4,5 a 3,5 a falta de cuatro juegos. "Carlsen no ha jugado mal. Lo intentó, sacrificó dos peones y creó un juego muy interesante aunque no logró el empate, pero gracias a Magnus ha sido un gran día", comentó el ruso. Por primera vez en los tres mundiales con el título en juego (uno para conquistarlo, dos para defenderlo), Carlsen se ve en una situación comprometida. Hoy ambos jugadores volverán a sentarse frente al tablero para disputar la novena partida, con el aspirante al mando de las blancas. Ganará el primero que llegue a los 6,5 en un campeonato que reparte un millón de dólares, el 60 por ciento para el ganador.