El británico Andy Murray cerró la temporada como número uno del mundo al ganar por primera vez el Masters derrotando en la final a su más acérrimo rival, el anterior número uno Novak Djokovic, por 6-3 y 6-4.

Con el público del O2 londinense entregado a su héroe, Murray se impuso en menos tiempo del previsto (una hora y 42 minutos) en un partido histórico para el mundo del tenis, ya que por primera vez los dos primeros jugadores del mundo peleaban no solo por el preciado trofeo de maestros en el último partido del año, sino también por acabar en lo más arriba de la clasificación mundial.

Sin apenas notar el esfuerzo de las tres horas y 38 minutos de la semifinal que disputó contra el canadiense Milos Raonic, ni las nueve horas y 57 minutos de toda la batalla de la liguilla, en las que jugó casi tres horas y media más que su rival, Murray dominó el encuentro con mano firme para ganar el noveno título esta temporada, quinto consecutivo, y el 44 de su carrera, cerrando así un año de ensueño para él.

Murray salió del O2 con un cheque por 1.130.000 dólares y con 12.410 puntos en la clasificación mundial, 630 de ventaja sobre Djokovic, quien ayer no tuvo ninguna oportunidad de recuperar el cetro del tenis mundial.

En el primer set, Murray logró pronto romper el saque de su rival y se mostró muy consistente con el suyo, cerrando la manga con un cómodo 6-3 e inclinando el duelo a su favor. Este guión se repitió en la segunda manga, aunque Djokovic se mostró más fiable con su servicio y no bajó los brazos hasta el final.