Javier Gómez Noya, quíntuple campeón mundial y cuádruple oro europeo de triatlón, recibirá el viernes el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, que por primera vez en su historia se otorga a un representante de la prueba olímpica que une natación con ciclismo y carrera a pie. En una entrevista con la Agencia EFE el medallista de plata de los Juegos de Londres 2012, que por lesión se perdió hace dos meses los de Río de Janeiro -donde apuntaba al oro olímpico-, explicó qué representa para él este Premio, cómo se encuentra y qué planes de futuro tiene.

-¿Cómo se encuentra? ¿Ya se entrena normalmente?

-Sí, estoy empezando a entrenar ya, pensando en 2017. El codo no está al cien por cien aún, pero estoy bien. Y contento.

-¿Ya puede nadar, incluso?

-Sí, sí puedo. Nadando me molesta menos el codo que en la bici. Es sorprendente, pero nadando me encuentro mejor que en bicicleta.

-¿Ya decidió cómo será su futuro deportivo? ¿Sigue en las 'World Series' (Mundial) o se pasará al Ironman?

-En principio, la idea es seguir en el Mundial ITU y también hacer alguna prueba de media distancia. Igual a finales de año me decido a hacer un Ironman, si me quedan ganas. Es algo que decidiré sobre la marcha. Luego, iré decidiendo año a año qué hago: si sigo (en la distancia olímpica) hasta los Juegos de Tokio (en 2020) o si me paso a la larga distancia. Me motiva cualquiera de los dos casos. Me gusta cualquiera de ellos.

-¿Qué recuerda del día de la lesión que lo dejó fuera de los Juegos de Río? ¿Qué pasó por su cabeza en esos momentos?

-Fue una decepción tremenda. Fue algo frustrante, porque fue una caída tonta, en la que no esperaba hacerme el daño que me hice. Todo ello, a un mes de los Juegos. Pero, dentro de la frustración, he podido reponerme bien. Descansé. Y ya estoy centrado en 2017.

-¿Vio los Juegos por televisión? ¿Qué le pareció la carrera de Copacabana?

-Creo que fue según el guión previsto. Con una escapada de poca gente, los Brownlee agresivos, tirando; y el que no se metiera, se quedaba fuera. Luego, al final, no se corrió tan rápido, debido al calor y al desgaste. Y los Brownlee demostraron que eran los más fuertes (Alistair ganó el oro, por delante de su hermano Jonathan).

-Mientras la veía, ¿pensaba en que podía estar ahí, luchando por el oro con ellos?

-Tenía asumido que no era posible. Y no me comí la cabeza. Disfruté de la prueba. Al verla, me di cuenta de que estratégicamente, me hubiera venido muy bien ese tipo de carrera. Pero, para eso, lo primero hay que estar allí. Y yo no estaba.

-En su ausencia, Mario Mola ganó el Mundial y Fernando Alarza el bronce. No estuvo mal, ¿no?

-Sí. Los dos demostraron un nivel altísimo. Y Mario mereció ser campeón del mundo. Fue el más consistente y el que más carreras ganó este año. Se mereció el título, sin duda.