El Caja Rural pagó ayer muy caros sus fallos frente al Alhóndiga y perdió por 1-3 un encuentro más igualado de lo que acabó reflejando el marcador, fruto de la eficacia de las visitantes en sus contadas ocasiones y de la ausencia de remate por parte zamorana.

No arrancó bien el partido para las locales. Apenas habían cuatro minutos y un inofensivo balón sorprendía con su bote a Sara Gimeno, superándola por alto y convirtiéndose en el 0-1.

Este fallo no influyó en el plan de un Caja Rural que, con el paso de los minutos, fue apoderándose del esférico y generando ocasiones para empatar. Todas ellas sin remate, a excepción de un tiro lejano al larguero de Zizu.

El empate parecía cerca al descanso pero, al inicio de la segunda mitad, el Alhóndiga anotó su segundo gol y puso el partido cuesta arriba para el voluntarioso cuadro de Sami Merino que, en una gran jugada de Cynthia, logró recortar distancias con un tanto de Bea.

Con el empate cerca, el Caja Rural siguió trabajando para salvar, al menos un punto. Arriesgó y dejó huecos en su defensa pero con ello tuvo pintadas oportunidades incluso para ganar el choque. La más clara, un remate de Cynthia en área pequeña que se fue alto a puerta vacía. Un error que acabó siendo intrascendente, ya que en una rápida contra las visitantes sentenciaron el envite.