Pocas conclusiones podemos sacar del partido de Liga de Campeones en el que el Barça destrozó al Celtic de Galsgow como si fuera un rockero furioso haciendo añicos su guitarra, pero creo que una de ellas es que esta temporada el equipo de Luis Enrique tiene más fondo de armario pero también un grupo de jugadores que no son titulares, sino titularísimos. Es lógico. A ver qué entrenador es capaz de dejar en el banquillo a tipos como Messi, Busquets, Suárez, Neymar, Piqué, Ter Stegen o, mira tú por dónde, Sergi Roberto e incluso Umtiti. ¿Cuál es la diferencia entre el Barça de esta temporada que aspira a ganarlo todo y el Barça de la pasada temporada que casi lo ganó todo? Yo diría que este Barça es un "remake", es decir, una nueva versión más lujosa del Barça que lleva dos temporadas, dos, ganando Liga y Copa. En cine, un "remake" no tiene por qué ser una película de segunda categoría. En fútbol, tampoco.

El director Cecil B. DeMille rodó dos versiones de "Los Diez Mandamientos", pero la segunda, protagonizada por un guapísimo Charlton Heston, no solo es mucho más conocida y espectacular que la primera sino que el "remake" en color regaló más prestigio al original en blanco y negro. Luis Enrique también ha decidido rodar una nueva versión de ese Barça de las últimas temporadas que tantas alegrías dio a los culés reuniendo los diez mandamientos en dos: no aburrirás (gracias, Billy Wilder) y ganarás títulos. Es lógico que los espectadores nos sentemos a ver una nueva versión de una película o de un equipo de fútbol con un punto de desgana y un toque de escepticismo pero, como siempre, es la tozudez de los hechos la que nos termina enamorando de Charlton Heston disfrazado de egipcio poniendo en su sitio a Yul Brinner y su coleta principesca y del Barça con esos golpes de color que ofrecen André Gomes, Digne, Denis Suárez y ese actor de reparto apellidado Alcácer que quiere ganar el Oscar a la mejor relación gol-minutos jugados. Muy pronto el nuevo Barça se enfrentará al paso del Mar Rojo de los partidos ante equipos dificilísimos y, aunque el guion dice que las aguas volverán a abririse para que Messi y compañían no se ahoguen, habrá que ver si la cosa funciona y si el Real Madrid deja de estar abonado a los milagros en el minuto 93.