El Madrid se vistió de terciopelo en la Liga de Campeones frente al Sporting de Portugal y casi le pintan la cara (CR7, "número uno forever", dixit). Y ya que en la BSO de Al Palo, arrancábamos con la energía (que es lo del Madrid habitual) de "Midnight Rambler", y siguiendo con los "Stones", pondremos de sintonía de la jornada de "Champions" algo menos enérgico, "Beast of Burden", que es balada de esas que ahora se les dice "de medio tiempo". Justamente a ello, a medio tiempo de juego, ni siquiera llegaron los merengues el pasado miércoles. Se comieron de paseo setenta minutos hasta que decidieron encender la estufa (palabra ya envejecida) a tres fuegos.

No obstante, obviando las secuelas para el sistema cardiovascular de la afición, hubo dos factores interesantes: de un lado el disgusto que se llevaron los infieles radicales al ver que Morata colaba la bola en el tiempo extra; de otra parte, esto de que CR7, que llevaba partido y medio jugado en casi tres meses, sea el que levante el ánimo con un gol de falta, acabó con las esperanzas de tales radicales de la LAM (Liga Antimadridista). Sumemos una más: la UEFA estará eternamente agradecida por la emoción facturada desde el Bernabéu, que, a su vez, factura audiencia para las cadenas de televisión.

Sea como fuere, el club de Concha Espina lo hace todo a lo grande, hasta fastidiar a los de la LAM, organización en la que, por cierto, militan los grandes "sabios" del fútbol, incluidos algunos "ex" del Madrid que se han subido al carro de macerar al equipo hasta que esté a su gusto.

Bueno, en fin, qué le vamos a hacer. Las cosas son como son y están como están; la corriente de opinión lleva un par de lustros apuntando al mundo "guay" y la veleta "anti" ya es muy difícil que apunte a la Castellana; de momento sigue mostrando la trasera.

Y todo lo dicho al margen de lo ocurrido en el partido de ayer, que queda para debates próximos con sus propias canciones y sus sesudos análisis.

Comenta el guionista número dos, encargado de táctica, método y buenas costumbres, que prefiere dejar la iniciativa a otros y así, agazapado como aquellos animales de Rodríguez de la Fuente, dar el zarpazo final pase lo que pase. ¿Ventajista?, sí. Pero esto es fútbol.