Pau Gasol, campeón del mundo, bicampeón de la NBA y embajador de Unicef Comité Español desde el año 2003, pidió ayer sensibilidad a los Gobiernos ante "la magnitud y la gravedad" de la crisis de los refugiados sirios. El jugador barcelonés ofreció una rueda de prensa tras visitar varios asentamientos de desplazados en distintas localidades de Líbano, país donde uno de cada cinco personas es un refugiado.

Durante la visita, ha conocido el trabajo que la agencia de la ONU para la infancia desarrolla en Líbano en colaboración con las organizaciones locales para atender las necesidades básicas de las familias y niños refugiados sirios. Unicef promueve proyectos de agua y saneamiento, unidades móviles de atención médica y actividades de recuperación psicosocial para ayudarles a superar "los traumas y los momentos de tensión" que han vivido al dejar atrás sus países de origen, ha señalado el pívot.

Gracias a labor de Unicef, 132.000 niños pueden asistir al colegio, aunque todavía hay muchos que no van a la escuela porque sus familias viven en tierras arrendadas y tienen que devolver el dinero con el trabajo de padres e hijos, apuntó Gasol.

También expresó su deseo de que termine el conflicto en Siria, sobre todo, "por el bien de los niños que son los más vulnerables para que puedan volver a sus casas y restablecer una vida normal".

El jugador apuntó que algunos niños libaneses lo reconocían, pero ninguno de los refugiados sirios de los asentamientos informales sabía quién era, aunque se daban cuenta de había una persona que "se preocupaba por ellos", "alucinaban" con sus "dimensiones" y disfrutaban jugando.

Subrayó asimismo que la satisfacción de "ayudar a salvar y cambiar vidas humanas que están en una situación de precariedad y necesidad" es mucho mayor que la satisfacción personal y profesional de ganar una medalla olímpica.

"Este tipo de visitas -afirmó- te ayudan a tener una perspectiva clara de lo que es la vida más allá de tu mundo, de tus paredes, de tu realidad. Te acerca a tu lado más humano. Al final, todos somos personas igual de vulnerables. Simplemente hay algunos que tenemos la gran suerte de vivir en partes del mundo mucho más privilegiadas que otras".