El Caja Rural arrancó ayer la liga con una gran goleada (5-0) frente al recién ascendido CDE Guadamur, que pagó cara la novatada ante un equipo zamorano que supo buscarle muy bien las cosquillas desde el primer momento.

Cinco tantos firmaron las chicas dirigidas por Sami Merino pero bien podrían haber sido diez de haber tenido las locales algo más de acierto y de no haber estado bajo palos la meta Yohana, la mejor entre las visitantes.

La cancerbera evitó un resultado de auténtico escándalo desde el primer momento, encajando goles ante los que ya nada podía hacer como el 1-0, en el que Saritilla recogió un rechace con la portera ya superada tras detener un tiro de Cynthia, autora del 2-0. Un gol este para enmarcar, desde su gestación en la zona ancha hasta su emotiva celebración.

Con el marcador a favor, el Caja Rural se creció y acumuló múltiples ocasiones. Un cabezazo al palo, una vaselina de Saritilla que desbarató Yohana... Sara Gimeno era prácticamente una espectadora ante el dominio de las zamoranas sobre un debutante que pagó cara su valentía buscando jugar con una defensa adelantada y en línea frente a un rival con pólvora por sus carriles y un muro de cemento armado ante su portería.

El 2-0 que imperó al descanso no hacía justicia al buen juego del Caja Rural, sólido en tareas defensivas y veloz para aprovechar los espacios a la espalda de la zaga visitante.

Con tan buenas sensaciones, era de esperar que el monólogo de las de Merino se prolongara tras el paso por vestuarios. Y así fue, aunque el incesante calor hizo mella en el cuadro zamorano y el juego no fue tan fluido. En parte también porque el Guadamur salió dispuesto a echar el resto y, durante algunos minutos, incluso generó algo de peligro en área local.

Los bríos de las visitantes, sin embargo, no duraron mucho. La supuesta igualdad del inicio del segundo acto se evaporó con el tranquilizador 3-0. Un gol firmado por Patricia sobre la boca de gol al rematar un buen centro lateral. Una fórmula que el Caja Rural utilizó también para anotar el cuarto, en este caso obra de una Saritilla que cerraría el marcador en el minuto 87 tras superar en el uno contra uno a la cancerbera rival en el enésimo contragolpe zamorano. Un arma que, como el dominio de la medular y la solidez defensiva, fue fulgurante sobre un Guadamur que quiso pero, desde luego, no pudo.