Julen Lopetegui, nuevo seleccionador español, compareció ante los medios de comunicación junto a su cuerpo técnico a su llegada a la primera concentración a La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde mostró su ilusión "el primer día de clase" y admitió que tiene "mariposas en el estómago".

El objetivo de Lopetegui es mantener la esencia del juego de España y potenciarlo con nuevos detalles. "En el fútbol el estilo lo marca el tipo de jugador que tienes. Los que tenemos en esta lista y otros que se han quedado fuera, nos marcan crecer en torno a la pelota", declaró.

El nuevo seleccionador español se mostró satisfecho por la situación en la que llegan sus jugadores a la primera concentración. "Estamos contentos porque no ha habido ningún percance este fin de semana", aclaró.

La selección española ha iniciado una nueva etapa tras caer el pasado mes de junio en los octavos de final de la Eurocopa de Francia ante Italia con nuevo técnico. Julen Lopetegui dirigió ayer su primer entrenamiento como seleccionador nacional tras la polémica creada por la no convocatoria de Iker Casillas.

La sesión comenzó con un corrillo en el que el nuevo seleccionador se dirigió a la plantilla a modo de presentación para después comenzar a trabajar con el balón, estrenando el nuevo modelo de Adidas. Las únicas ausencias que tuvo durante el entrenamiento fueron las de Sergi Roberto y Gerard Piqué. Ambos se pusieron en manos de los fisios en una sesión de recuperación para estar disponibles para el amistoso ante Bélgica, suspendido el pasado mes de noviembre con motivo de los atentados en la ciudad de Bruselas.

No fue solo el primer día para Lopetegui, sino que también se estrenaron Pablo Sanz, su asistente, y Óscar Caro, el preparador físico. Ambos también trabajaron sobre el campo por primera vez y formaron parte del corro de presentación.

En esta sesión el buen ambiente fue protagonista durante los diversos juegos que preparó el cuerpo técnico para este primer día. De hecho varios jugadores pasaron por algún "castigo" que se componía, principalmente, de collejas. Diego Costa fue el punto de mira de sus compañeros y sufrió en varias ocasiones las bromas del resto de la selección.

El buen ambiente se trasladó también a las gradas ya que un centenar de espectadores se dieron cita en el campo de entrenamiento de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Los jugadores agradecieron la presencia y los ánimos de los aficionados repartiendo autógrafos al término de la sesión. Con este "buen rollo" da comienzo una nueva era de La Roja.