El Astorga se hizo ayer con el "Ciudad de Benavente" al ganar por 2-5 al conjunto de Santi Redondo en un duelo en el que los locales pagaron caro el valiente gesto de invitar a un rival más rodado y de superior categoría, al que plantaron cara y tuvieron controlado, al menos, durante la primera mitad.

Dos errores de marca en la primera parte fueron aprovechados por los leoneses para poner el 0-2 en el marcador antes de un descanso al que se llevó con un tanto más, obra de Rodrigo que hacía más leve el excesivo castigo que sufrió el Benavente por sus fallos.

Los errores siguieron lastrando al Benavente tras el asueto. Como el cometido por Luceño en un balón que parecía fácil y que se convirtió en el tercer gol por sorpresa para todos, ya que el meta no suele tener esos tropiezos.

Con el 1-3 llegó el carrusel de cambios, algo que dio más control al Astorga, que comenzó a ver puerta con facilidad en cuanto a los de Redondo se les agotaban las fuerzas. Una diferencia de condición física que se acabó por reflejar en el marcador, que acabó 2-5. Un resultado que dejó contentos a casi todos pues, aunque el Astorga se llevó el trofeo, el Benavente dio muy buenas sensaciones ante un rival duro y con más camino hecho.