El ciclista zamorano Jaime Rosón se mostró "contento, pero a la vez disgustado por haber estado tan cerca de la victoria de etapa" tras el noveno puesto cosechado en San Andrés de Teixido.

Rosón se sintió, en declaraciones a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, con muy buenas piernas y por ello entró en una fuga en la que "había que estar muy fuerte para poder entrar". "Nos hemos entendido muy bien y hemos conseguido que llegase hasta el puerto donde han empezado los ataques", explicó el zamorano. "Era una etapa que tenía marcada en el calendario con una equis", aclaró el miembro del Caja Rural-Seguros RGA. La otra que parece tener en rojo es la que finaliza en Puebla de Sanabria, aunque espera tener "unos días de descanso en las próximas etapas después del esfuerzo de hoy, por lo que llegaré alejado del pelotón principal", explicó, haciendo hincapié en que lo importante es "la victoria de etapa". Para Rosón tener compañeros de escapada como Atapuma o Rolland ha sido una experiencia "increíble". "Ataqué a tres kilómetros porque vi que se escapaba la opción, pero no pude hacer más", aclaraba el ciclista. Rosón dejó claro que durante toda la subida dio "el máximo, fui a tope hasta que llegué arriba", por lo que después de estas buenas impresiones seguro que tendrá protagonismo en algún final en alto de esta edición de la Vuelta.