El francés Geniez (Francaise) logró ayer una victoria tan emocionante como agónica en la tercera etapa de la Vuelta disputada entre Marín y el Mirador del Ézaro, de 176,4 kilómetros, primer final en alto donde el español Rubén Fernández (Movistar) se convirtió en nuevo líder. Un puesto distante ya para el zamorano Jaime Rosón que ayer, nuevamente, pasó fuera de los cien primeros por meta.

Geniez logró sacar brillo a la escapada del día en la Costa da Morte, en la cima del Mirador del Ézaro, un "pequeño Alpe D'Huez" donde entró con 21 segundos sobre Rubén Fernández.

El murciano, de 25 años y ganador del Tour del Porvenir en 2013, compartió la gloria con el francés. No solo llevó las riendas del Movistar en las terribles rampas del último kilómetro, sino que sacó fuerzas para adelantarse y enfundarse "la roja". Un premio a su esfuerzo en las terribles rampas de hasta el 30 por ciento del coloso gallego.

Tras Fernández, los favoritos, los llamados al primer examen en alto. Llegaron juntos, a 26 segundos del vencedor Alejandro Valverde, Chris Froome y Esteban Chávez. A seis segundos de los citados Nairo Quintana y a 28, en una nueva cesión, Alberto Contador.

Un test donde la herida quedó en la piel del ciclista madrileño, alejado en la general a 1.20 minutos, diferencia no definitiva, pero significativa cuando solo se han disputado tres etapas. Los favoritos asoman ya en la general. Rubén Fernández lucirá el jersey rojo en la cuarta etapa con 26 segundos sobre Valverde, Froome y Chaves y 32 respecto a Quintana.

A mucha más distancia se encuentra Rosón, aunque el objetivo del corredor zamorano del Caja Rural RGA Seguros no se encuentra en la general -en la que figura como 156º clasificado a 17 minutos y 46 segundos de Fernández-. El peleará por una victoria de etapa en jornadas como puede ser la que tendrá lugar hoy.