La España de Gasol le puso con la medalla de bronce el broche de oro al que puede haber sido el último gran torneo de la mejor generación de su historia. Un corte de balón de Claver en la última posesión de Australia sirvió para que, por un solo punto, España lograse su cuarta medalla en unos Juegos, la primera de bronce y la tercera consecutiva.

España arrancó sin excesivos problemas un partido en el que Rudy Fernández elevó a siete (9-16) su máxima ventaja en el primer cuarto, en el que Patty Mills, la gran estrella australiana, acercó a tres (17-20) al campeón de Oceanía antes de que un triple de Claver cerrase el primer acto con seis arriba (17-23) para España.

Gasol, Reyes y Navarro tiraron del equipo español hasta colocar en doce la máxima diferencia del partido a favor de España (28-40), pero Australia, cuyos jugadores mantienen el tipo en la NBA, reaccionó. Y, merced a acciones de su capitán, David Andersen, y, sobre todo de Mills, se marchó al descanso sólo dos puntos por detrás. La segunda parte, muy emocionante e igualada, arrancó con un "Pau contra Mills", una sucesión de acciones entre las figuras de cada equipo, que el próximo curso compartirán vestuario en los San Antonio Spurs. Matthew Dellavedova adelantó a Australia (43-42) para entrar en una fase de igualdad casi total que se pudo desequilibrar si no fuera porque, tras anotar un triple (54-57), Rudy fue sancionado con técnica, por protestar. Un luchador Sergio Llull y Gasol adelantaron a los de Scariolo (61-65), pero un triple de Ryan Broekhoff acortó antes de que Mirotic cerrase el tercer cuarto con un tanteo de 64-67.

Un triple de Sergio Rodríguez nada más comenzar el último parecía dar tranquilidad a España (64-70), a la que le complicaron la cosas Broekhoff y Aron Baynes, colocando de nuevo delante a los "aussies" (75-73). A falta de 1:45, un mate de Pau anotaba el 82-83; con 84-85, Mills falló una bandeja, pero acto seguido tampoco acertó el base tinerfeño, por lo que los últimos cuarenta segundos se anunciaban no aptos para cardíacos.

El duro intercambio dejó a España con ventaja de un punto y 5,4 segundos de posesión y los corazones en un puño, pero un manotazo de Claver desbarató los planes australianos y España cerró un ciclo de oro con una medalla de bronce.

Es el final feliz de los Juegos, nadie aclara si también lo será del ciclo dorado de esta generación. "Me encanta jugar en la selección y lo haré cuanto pueda", aseguró Pau Gasol tras el partido. "Nunca se sabe si se cierra un ciclo o no, el tiempo lo dirá", le acompañó Felipe Reyes. Navarro, al final de sus quintos Juegos, asume que "lo va dejando gente", pero "yo igual no, aunque solo sea porque me lo han dicho muchas veces".