La selección española masculina de waterpolo acabó en la séptima posición tras superar por 8-9 a una correosa Brasil, que luchó hasta el final para dar una alegría a sus aficionados. El conjunto de Gabi Hernández firma la peor clasificación española en un torneo olímpico desde los Juegos de Múnich-72, cuando terminó décimo, en buena parte debido al terrible cruce de los cuartos de final, la todopoderosa Serbia, tras acabar primero de grupo. Las derrotas de Italia y Croacia en la última jornada castigaron a un equipo español que ha dado mejores sensaciones que a la postre clasificación final, porque los serbios demostraron por qué han ganado todos los grandes torneos en los últimos años.