Una milagrosa canasta sobre la bocina de Anna Cruz metió a España en la semifinales, un éxito que ha alcanzado tras una impresionante remontada ante Turquía. Su rival para entrar en la final será la selección de Serbia.

Las españolas lucharán por las medallas tras protagonizar una espectacular escalada en el marcador en los últimos cuatro minutos, desde el 52-60, que no frenó, siquiera, la canasta de Lara Sanders a 4 segundos del final, tras una inoportuna pérdida de Alba Torrens. Con esta victoria, España se asegura ya su mejor clasificación olímpica tras el quinto puesto en Barcelona 1992 y el sexto en Atenas 2004.

Fue un final alucinante el de un encuentro que Turquía parecía tener ganado a 3:44 del final, con ocho puntos de ventaja. La remontada del cuadro de Mondelo fue gracias a la determinación de Laura Nicholls y, sobre todo, de Anna Cruz, héroe del baloncesto femenino español ya para años.

Cuando España parecía a punto de ser batida, un paso hacia adelante de Anna Cruz con dos penetraciones, la pelea de Nicholls en ataque y la intimidación de Ndour les dieron un 8-0 que empató el partido a 1:10 del final (60-60) en medio de la algarabía de la grada. Y un robo de Laura Gil y una canasta de Anna Cruz la pusieron por delante (62-60). Aún tuvieron que sufrir porque una pérdida de Alba a 10 segundos del final permitió una canasta al contraataque de Sanders bajo los aros. Y cuando parecía que iba a llegar la prórroga, Cruz se sacó una canasta mágica sobre la bocina que las mete en la pelea por los metales. En ellas, se encontrará con Serbia, que ha dado la sorpresa al ganar a Australia.