Alberto Contador ha reconocido hoy tras adjudicarse la victoria final de la Vuelta a Burgos que la ronda burgalesa ha sido un "buen test" de cara a su preparación para la Vuelta a España. "Poco a poco estamos mejorando la forma" tras el abandono en el Tour, aunque "sigo con el corazón muy alto de pulsaciones", lo que "significa que estoy fresco", ha asegurado al tiempo que afirmaba que tan sólo le queda por afrontar "los últimos toques para la puesta a punto de la Vuelta. Eso sí, el triunfo final no ha estado exento de dificultades, ya que de hecho, Contador ha entrado en segunda posición en la línea de meta tras Sergio Pardilla. "Sabía que el último kilómetro se hace eterno y que me la tenía que jugar con sangre fría" ante un "sorprendente" Ben Hermans, que "se ha puesto a tirar muy fuerte" y ha provocado muchas dudas, ha reconocido el de Pinto.