El París Saint Germain de Unai Emery se hizo con el Trofeo de los Campeones, la Supercopa francesa, con una goleada por 4-1 sobre el Olympique de Lyon, que no le opuso resistencia más que en el tramo inicial del partido disputado en Klagenfurt (Austria).

Debut oficial y primer título. La puesta de largo del extécnico sevillista no ha podido ser más exitosa. Su PSG, que tan buena impresión dio en la pretemporada, mantiene un aspecto amenazador. Y eso que el entrenador español no pudo contar con Thiago Silva y Edinson Cavani (lesionados), Krychowiak (sancionado) o Jessé, que debe unirse a un grupo que, al menos en Francia, parece no tener rival.

Contra el Lyon, en el partido que enfrentó al ganador de todo (Liga, Copa y Copa de la Liga), contra el subcampeón de esos tres títulos, el conjunto de Emery fue un equipo directo, que exhibió una eficacia demoledora para acabar con el debate antes del descanso.

Al conjunto de Bruno Genesio no le sirvió con un buen arranque, en el que incluso pudo reclamar un gol mal anulado por fuera de juego a Nabil Fekir (m.4). El PSG marcó en su primera llegada y dejó sin respuesta al Olympique que llegó al descanso desmoralizado y goleado, sin saber cómo frenar a Pastore, Di María y Ben Arfa.

Javier Pastore abrió el marcador a los 9 minutos, lo amplió el brasileño Lucas Moura, diez después, y sentenció el renacido Hatem Ben Arfa, en el 34. En todos los tantos intervino Ángel di María, al que se le adivina un papel protagonista con Emery.

No mejoró el Lyon tras el descanso y ofreció al PSG nuevas oportunidades para sufrir un castigo de escándalo. No lo hizo el equipo parisino, que aumentó la ventaja por medio de Layvin Kurzawa (m.54) y bajó el ritmo. Emery aprovechó para hacer ensayos sin temer por una goleada que rebajó mínimamente Tolisso en el 87.