Pistoletazo de salida a la Vuelta a Burgos con la primera etapa entre Sasamón y Melgar del Fernamental donde Jaime Rosón ha hecho un gran papel al entrar en línea de meta en el puesto número 42. El zamorano ha sido cauto durante la etapa debido a que ha llegado tocado a la cita burgalesa, aún así ha pasado el primer examen con nota al mantenerse muy activo en el grupo de los mejores.

El ganador de la etapa ha sido Danny Van Poppel, del Sky Team. El corredor holandés se ha sobrepuesto a una caída sufrida a mitad de etapa y ha acabado imponiéndose al sprint sobre Jean Pierre Drucker y Gianni Meersman, segundo y tercero respectivamente.

La permisividad del grupo principal, consciente de su superioridad en el terreno por el que se desarrolló la mayor parte de la jornada, sumado al buen entendimiento de los escapados, permitió que la fuga del día superase en los primeros compases de la etapa los cuatro minutos de ventaja.

Por detrás, los equipos fuertes impusieron en todo momento el control sobre el pelotón, conscientes de que, si no ocurría nada raro, la jornada se decidiría al sprint.

El Alto de Coculina, de tercera categoría, fue donde la escapada comenzó a perder fuelle. Así, tras el puerto, la ventaja de los fugados fue una distancia totalmente controlable por parte del pelotón.

Aún así, la jornada no estuvo exenta de sustos, motivados fundamentalmente por las caídas del propio Van Poppel, André Looij y Marc de Maar.

Mañana, Rosón tendrá que trabajar para el conjunto en la contrarreloj por equipos diseñada por las calles de Burgos.