El nuevo seleccionador español aseguró ayer en su presentación que "no había nada más" cuando recibió la llamada del combinado nacional, un cargo que asume "con mucho orgullo" y con "mucha responsabilidad", consciente de que su experiencia con las categorías inferiores podrá ayudarle para conseguir su principal objetivo: clasificar a España al Mundial de 2018.

En cuanto a su elección, el vasco afirmó: "No sé quién me quería y quién no, me ha llamado el presidente y estoy feliz y orgullosísimo. Conozco a muchos de los jugadores de otras categorías y estoy absolutamente convencido de que seguimos teniendo una generación maravillosa y la que viene también lo va a ser. Tenemos jugadores con calidad, ambición e ilusión por conseguir objetivos importantes e ilusionar a la gente al pasear con orgullo el fútbol español por todo el mundo", dijo el nuevo seleccionador, asegurando que "no habrá revolución" ya que el trabajo de Del Bosque fue "ejemplar a todos los niveles" lo que "pone el listón muy alto".