Manuel Sola fue segundo ayer en meta y se mantiene líder de la general, con más de dos minutos de renta antes de una última etapa en la que parece complicado que se le escape esta Vuelta a Zamora. "Hasta que no crucemos la línea de meta no me confío porque puede pasar cualquier cosa. No quiero decir nada hasta no acabar", comentó el ciclista que no dudó en alabar el trabajo de su equipo, el Caja Rural-Seguros RGA. "Mi equipo ha controlado perfectamente. De 80 kilómetros, 60 han ido controlado, y con el ritmo que dijimos. Los últimos 20 kilómetros sí me he quedado más solo porque, además mi compañero, pinchó. En la primera subida aquí nos fuimos cinco y en la segunda fui a tope y estuve a punto de pillar a Julio (Amores) pero no fue posible". El ciclista admitió que en el equipo sabían que ayer tenían que controlar y dio las gracias a su equipo porque "ha sido increíble", con un nivel que "no está al alcance de otro equipo amateur". Además, ayer se supo que Sola debutará con profesionales en la Vuelta a Burgos, un anuncio con el que está "ilusionado" aunque con miedo porque "no sé lo que seré capaz de hacer". Por último confesó su deseo de acabar como profesional en el Caja Rural pero "eso no depende de mí".