"Prefiero el protagonismo con la pelota antes que la especulación, y estar en el campo rival antes que en el propio. Pero cuando tenés la pelota hay que desmarcar para que el avance sea fluido. Las posiciones fijas, sin movimiento, hacen más perceptible la formación de líneas para el rival y cualquier pérdida puede crearte problemas".

La frase pertenece al técnico argentino Marcelo Bielsa y sirve para reflejar lo sucedido con la selección española en la Eurocopa de Francia: tuvo la posesión, pero faltó movimiento, velocidad, desmarque. Teniendo el balón en su poder España creó escuela a nivel de selecciones como el Barcelona lo hizo a nivel de clubes, pero el método no es infalible. De hecho, ha terminado convirtiéndose en previsible.

España fue tras las cuatro primeras jornadas de la Eurocopa el equipo que gozó de una mayor posesión (62 por ciento de media) y el que más pases intentó y con mayor acierto; pero apenas estuvo en la media en cuanto a remates a portería y por debajo de ella en distancia recorrida por sus jugadores. Y el aspecto físico se está convirtiendo en la clave del torneo. Por encima de la calidad individual está el poder del bloque. De los cuatro partidos disputados por España, sólo ante Turquía los de Del Bosque corrieron más que sus rivales: 110 kilómetros por 107; los checos ganaron en ese aspecto 109,1-105,5; los croatas por 106,4-104,4 y los italianos por paliza: 117,8 frente a 110,0.

Pero el de España no es un caso aislado. La Bélgica de Hazard o De Bruyne, líder del ranking de la UEFA al inicio de la Eurocopa, tuvo más tiempo el balón en su poder que Gales (52% de posesión) y movió más y mejor el balón (494 pases por 422)... pero cayó por 3-1 la noche del viernes. Y es que los galeses nunca perdieron el paso en defensa -sus centrales sólo cruzaban el centro del campo para rematar los saques de esquina- y sus jugadores acabaron el partido habiendo recorrido cinco kilómetros más que sus rivales. Cinco kilómetros que les llevaron hasta las semifinales.

En todo caso, el ejemplo más claro del cambio que se está produciendo en Francia lo evidencia Islandia; la gran sensación del torneo y que hoy se medirá a la anfitriona en cuartos después de haber empatado ante Hungría y Portugal y de ganar a Austria en la fase de grupos, y de dejar en la cuneta a la elogiada Inglaterra (única selección que ganó todos los partidos en la fase de clasificación del torneo) en octavos. En ese partido ante Inglaterra los islandeses apenas tuvieron el 37% de posesión y dieron menos de la mitad de pases (243 por 525), pero recorrieron 6 kilómetros más que su rival.

Y puestos a destacar hay que elogiar el trabajo de Portugal, que llega a la semifinal ante Gales con una hora de carga extra tras las prórrogas ante Croacia y Polonia. Cristiano y compañía llevan recorridos 607,7 kilómetros por 531,7 los británicos.