Martín Ramos inicia hoy una nueva aventura en busca de conquistar el segundo pico más alto del mundo, el K2 (8.611 metros), que se le resistió en 2009 por culpa de la meteorología que no le dio tregua y le impidió culminar su reto. En esta ocasión el zamorano acude solo a la cordillera del Karakorum con un objetivo que sabe será duro puesto que el K2 es una de las montañas, junto con el Annapurna, más complicadas debido a su orografía y es que "es abrupta por todas sus vertientes. Cuando la ves desde abajo compruebas que es como una pirámide y muy exigente en todas sus caras", comentaba el propio Ramos a este periódico poco antes de partir hacia Madrid. Una vez en Pakistán, donde espera llegar mañana, y tras realizar toda la burocracia obligada para obtener los permisos, comenzará este nuevo reto con un mínimo de 8 días de trekking hasta llegar al campamento base. Una ahí comenzará el periodo de aclimatación y adaptación a la zona para continuar con la ascensión hasta la cumbre, si en esta ocasión el tiempo se lo permite.

El K-2 podría ser el décimo "ochomil" de Martín Ramos, el último fue en 2014 cuando conquistó el Kangchenjunga junto a Jorge Egocheaga. En esta ocasión viaja solo y quiso agradecer la ayuda de sus patrocinadores, que han facilitado que pueda cumplir este objetivo pendiente desde hace siete años: Ayuntamiento de Zamora, El Viso, Caja Rural, Óptica Mira, Autorecicla y Lisarrán Catedral de Valladolid. Martín Ramos se mostraba optimista e ilusionado por poder hollar la cumbre de la que se conoce como la "montaña salvaje" y la más difícil de escalar.