La combinación del alero LeBron James y el base Kyrie Irving, que anotaron 41 puntos cada uno, permitió a los Cavaliers de Cleveland vencer a domicilio por 97-112 a los Warriors de Golden State y mantenerse con vida en la serie de las Finales de la NBA que pierden por 2-3 al mejor de siete.

En el Quicken Loans Arena, el próximo jueves, jugarán el sexto partido y forzarán el séptimo y decisivo si vuelven a ganar los Cavaliers. James consiguió un doble-doble de 41 puntos, incluidos cuatro triples, capturó 12 rebotes --12 defensivos--, repartió siete asistencias, recuperó tres balones, perdió dos, y puso tres tapones. Irving anotó 41 puntos al encestar cinco triples de siete intentos, y repartió seis asistencias.

James e Irving se convierten en los primeros jugadores de un mismo equipo que consiguen al menos 40 puntos cada uno en un partido de las Finales de la NBA.

El signo más evidente de que los Warriors admitieron su derrota fue ver como los aficionados antes de concluir el partido ya comenzaron a abandonar sus asientos, algo que nunca había sucedido durante toda la temporada.

Ahora los Warriors tendrán que volver a Cleveland a conseguir su segundo título consecutivo como hicieron el año pasado cuando ganaron el primero después de 40 sin haber tenido un campeonato nacional.