"Tenemos que darle una vuelta". Vicente del Bosque apareció en varios medios en la noche del viernes con la cantinela bien aprendida. El seleccionador sabía que le iban a preguntar si la "bomba De Gea", que había estallado unas horas antes en Madrid, iba a influir en su decisión sobre el portero titular para el primer partido de la Eurocopa, mañana frente a la República Checa. Y, como hombre experto en el manejo de grupos, el técnico no dijo ni que sí ni que no. "Daremos una vuela a la situación, lo mismo que haríamos si no hubiese ocurrido nada". Y de ahí no lo movió nadie, imperturbable, mirando por la tranquilidad del colectivo, como cuando protegía el balón en sus tiempos de centrocampista.

Casi un año después de sufrir el chasco de su vida, cuando un retraso en la entrega de la documentación impidió el fichaje por el Real Madrid, David de Gea (Madrid, 7 de noviembre de 1990) vuelve a ver comprometido su futuro. Todo parecía indicar que la Eurocopa de Francia iba a consumar un relevo histórico en la portería de la selección, sustituyendo a Casillas, que ha sido el titular en los últimos 16 años. Pero tres días antes del debut se han conocido las acusaciones de una mujer, que implican a De Gea en un caso de abusos sexuales y amenazas, supuestamente ocurridos en 2012.

En vez de esconderse, De Gea salió a desmentir públicamente las acusaciones pocas horas después de la publicación por parte del diario.es de las investigaciones policiales. "Es todo falso, estoy muy tranquilo", proclamó el guardameta en la concentración de la selección, en la localidad francesa de la Isla de Ré. Desde el principio contó con el apoyo de sus compañeros y del propio Del Bosque, al que le convencieron las explicaciones que le ofreció su jugador.

"Nos hemos reunido todos y el chico, con sinceridad y tranquilidad, ha dado la explicación de que no tiene nada que ver con este asunto", dijo el seleccionador al programa "Estudio Estadio", de Teledeporte. Del Bosque también dijo que "en ningún momento" se había planteado expulsar a De Gea de la concentración y apeló a la presunción de inocencia: "Parece ser que no ha hecho nada y tengo que creerle".

Sin embargo, por las palabras de Del Bosque, no se puede descartar que el asunto tenga consecuencias deportivas. A la pregunta de si De Gea será titular mañana ante la República Checa, el seleccionador contestó: "A todo lo que sucede en la vida hay que darle una vuelta. Estamos en un período de reflexión y hay que darle una vuelta. No puedo decir ahora si será titular o no". Ayer, en Radio Marca, dio alguna pista más: "David se va a aislar de todo. Tiene una serenidad impropia de un jugador tan joven. Demostró muchísima madurez. Casillas estuvo muy cercano a él en el entrenamiento y todos los jugadores están apoyándole".

Desde que está al frente de la selección, Del Bosque siempre ha debutado en una fase final de un torneo con el mismo portero que alineó en el último partido amistoso. Así que se daba por hecho que De Gea sería el elegido mañana. Ahora hay dudas razonables, aunque el guardameta madrileño ya demostró una gran entereza otras veces en su carrera. Le costó asentarse en la titularidad en el Atlético de Madrid y no fue fácil su primera temporada con el Manchester United, durante la que recibió críticas por su debilidad en el juego aéreo. Pero las superó hasta convertirse en el mejor jugador del equipo de Old Trafford, aclamado por su hinchada. El técnico, Van Gaal, le relegó al banquillo mientras llegaba el desenlace de su traspaso, pero tras la ampliación de su contrato, hasta 2019, David de Gea volvió a ocupar la portería con tal éxito que podría poner fin ya a la "era Casillas".