Gareth Bale y Robson Kanu firmaron el histórico triunfo de Gales ante Eslovaquia en el duelo de debutantes en una fase final de una Eurocopa.

Eslovaquia salió mejor posicionada y Hamsik, en una gran jugada individual, abrió las hostilidades con una ocasión que tuvo pinta de gol y que solucionó Ben Davies bajo palos. Pero la gloria llevó la firma de Gareth Bale. Una falta directa lanzada por el jugador del Real Madrid, lejana, acabó en la red gracias también al poco tino del meta eslovaco Kozacik, que midió mal el tiro.

El gol sosegó al cuadro de Chris Coleman, que había irrumpido en el choque sometido por la tensión. Bale comandó el juego de ataque de su equipo ante un rival afectado, aunque apenas pasó más apros que un disparo lejano de Ramsey no llegó a sorprender a Kozazik.

Eslovaquia recuperó algo el pulso del partido antes del descanso, pero sus intentos se topaban con la disciplina galesa. El cuadro eslovaco prolongó su mejoría a la vuelta de vestuarios. Mak disparó por encima del arco de Ward, a lo que Gales respondió con un cabezazo de Bale que desvió Kozazik sobre la línea de gol.

Gales perdió fuelle con el paso de los minutos y Eslovaquia se hizo con el partido. Y los cambios del seleccionador Jan Kozak dieron sus frutos y Duda, que solo llevaba un minuto en el césped, se hizo un hueco cerca del punto de penalti y su tiro sorprendió a Ward para establecer el empate.

Gales se sostenía como podía y Coleman iró de Hal Robson-Kanu en busca de soluciones. Y el centrocampista del Reading terminó por ser el héroe galés. Marcó el gol de la victoria para culminar una jugada de Ramsey en plena locura final. Y es que aún hubo tiempo para el empate eslovaco, pero el remate de cabeza de Nemec fue repelido por la madera de la portería de Ward.