Con un juego sin brío y sin estrella, Rumanía explotará su virtud de equipo homogéneo y disciplinado. Imbatible desde marzo de 2014, la selección rumana terminó la fase de clasificación con buenas estadísticas: tan sólo dos goles encajados en diez encuentros, demostrando así la solidez de su defensa, liderada por el central Chiriches, del Nápoles, y el lateral Razvan Rat, del Rayo. Tras ocho años de ausencia en competiciones internacionales, la Rumanía dirigida por Anghel Iordanhescu, buscará su pase a octavos de final con las esperanza puesta en el juego de ataque del delantero del Córdoba Florin Andone y del centrocampista del Steaua Bucarest Nicolae Stanciu dos jóvenes promesas, que ya han mostrado señales de calidad. Pero, sobre todo, en el orden, no en vano a Iordanescu le apodan el "General".