Los Golden State Warriors comenzaron la defensa de su título de campeones de liga con una gran lección de baloncesto de equipo dictada por el base reserva Shaun Livingston que hizo de Stephen Curry y los guió al triunfo de 104-89 ante los Cleveland Cavaliers en el primer partido de las Finales de la NBA.

Livingston, con 20 puntos (8-10, 0-0, 4-4), cuatro rebotes y tres asistencias, lideró el ataque balanceado de los Warriors que tuvieron a siete jugadores con números de dos dígitos, incluidos tres reservas, y un 50 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 33 de triples al anotar 9 de 27 intentos.

Esta vez los campeones de liga no necesitaron las genialidades de Curry, ni los triples demoledores del Thompson, tuvieron la mejor marca de Livingston como profesional en los playoffs, y la perfección encestadora de sus suplentes. Además, por si toda la aportación del banquillo no hubiese sido suficiente, los Warriors se encontraron la mejor inspiración de Green y Bogut, que impusieron su dominio dentro de la pintura, y fueron también factor ganador frente a unos Cleveland Cavaliers cuyos reservas solo lograron diez puntos y los que no bastó con la buena actuación de LeBron James (23 puntos y12 rebotes).