Benavente pudo comprobar el pasado fin de semana el gran presente y mejor futuro que tiene en el mundo de la gimnasia rítmica, protagonista absoluto en La Rosaleda una vez más gracias a la exhibición que al final de cada curso realiza la Escuela Municipal que dirige Carolina Ramos.

Como en anteriores ocasiones, la cita congregó en la instalación benaventana a cientos y cientos de familiares y amigos de los cerca de 80 integrantes con los que cuenta la escuela. Tan alto fue el número de asistentes que, nuevamente, los más de 450 sitios que proporcionan las gradas volvieron a quedarse pequeños para disfrutar de las peripecias de las jóvenes gimnastas.

A lo largo de más de una hora desde las más pequeñas hasta Victoria Vaquero, que se despedía del sus compañeras y monitora, tendrían su oportunidad sobre el tapiz para demostrar lo que han aprendido tanto en este curso como a lo largo de los años atrás. Una progresión evidente, como quedó claro con el alto nivel exhibido sobre el tapiz. Un dominio de esta disciplina por parte de las jóvenes benaventanas que también comienza a dejarse notar en competición, donde van llegando buenos resultados que, a tenor de lo visto, pueden ser mejores en el futuro.