No pudo ser. Carlos Garrote no pudo sacarse la espinita de no haber podido participar en el Preolímpico de Duisburg con un metal en la Copa del Mundo celebrada en la misma localidad alemana. El zamorano tuvo que conformarse con un sexto puesto en la final del K-1 200 metros, una prueba que terminó siendo dominada por el italiano Rizza.

Fuera del podio, no se puede hablar nada mal de la actuación de Garrote en esta Copa del Mundo. Superó todas las rondas con relativa sencillez para plantarse en la final, siendo la única embarcación española en esta regata, y quedarse relativamente cerca del podio. El cajón se le escapó por poco menos de dos décimas, de ahí que no haya que poner ningún pero a lo hecho por el zamorano.

Garrote realizó una buena regata pero su 34.788 no fue suficiente. Como ocurriera en las rondas previas a la final, su esfuerzo no fue suficiente y otros palistas sobrepasaron al español. Fue el caso del vencedor de la prueba, el italiano Rizza, que se colgó el oro con un tiempo de 34.353 repitiendo el triunfo que logró en la serie tres que conquistó también con el zamorano como rival al inicio del campeonato.

Al italiano le escoltaron en el podio el francés Beamont, segundo con un inesperado crono de 34.560, y el británico Heath, que ya se había postulado como favorito en semifinales superando a Garrote y que se hizo con la medalla de bronce con un tiempo de 34.582.

Sin podio pero con buenas sensaciones terminó Carlos Garrote su actuación en la Copa del Mundo de Duisburg, donde España consiguió ayer una nueva presea internacional más de la mano de Sete Benavides, quien si consiguió subir al podio en el C1 200 metros siendo segundo en una final también muy igualada.