Roland Garros echó ayer a andar bajo el cielo nublado de un París que amaneció lluvioso y que apenas dio treguas para que el Grand Slam de tierra batida disputara completos 9 de los 32 partidos previstos para el día.

A la espera de la entrada en juego de los principales favoritos, la jornada dominical tenía el partido de Nishikori contra Bolelli como principal atractivo, pero el japonés, programado en el segundo turno, no tuvo tiempo de acabarlo.

En el cuadro femenino, la española Muguruza, la estrella del programa de ayer , ni siquiera tuvo tiempo de salir a pista como hicieron Sorribes y Arruabarrena para perder.