Miles de personas se han echado este domingo a la calle en la ciudad condal, para rendir culto al campeón de Liga, el Barcelona, cuyos jugadores se dieron un enorme baño de masas, durante las casi dos horas y media que duraron los festejos a bordo de un autobús descapotable. Una celebración comedida pues no hubo parlamentos finales, ni himno del Barça, ni tampoco se tiñeron las fuentes de Montjuïc con los colores azul y grana.