Dos finales para la permanencia. Así debe afrontar el Benavente los próximos compromisos tras su derrota ayer en casa del Mosteiro Bembrive por 2-0. Un marcador que se decantó en favor de los locales gracias a Nené, autor de las dos dianas del choque. Un encuentro en el que los benaventanos no pudieron aprovechar el "pichazo" de uno de sus rivales, el Cistierna, y se tuvo que conformar con una dolorosa derrota ante uno de los "cocos" del grupo.

El partido, en líneas generales, fue muy entretenido, equilibrado y con ocasiones para uno y otro lado. El Vilken Mañanes dio la cara y jugó de tú a tú a su rival, siendo merecedor de, como mínimo, lograr el empate. Sin embargo, la calidad de Nené resultó un factor decisivo.

Los pupilos de Pitu jugaron más a mantener el balón y salir a la contra, intentando trenzar jugadas, mientras que el bloque de Santi Calero impuso la ley física y presionó durante los 40 minutos, hasta la extenuación. Sin embargo, rayando el cuarto de hora de juego, una jugada ensayada a la salida de un córner permitió a Pitu perforar el arco bevaventano.

Tras el descanso, un guión muy similar pero con el local Nené decidiendo en un golazo. Saque en largo del portero, control y bajándola al piso, y ante la salida del meta visitante se la pica sutilmente para hacer el 2-0. Los de Calero lo intentaron con portero-jugador en los tres minutos finales pero no pudieron reducir distancias en unos últimos minutos en los que debutó el juvenil Yayo.