Hacer de la necesidad virtud. Eso es lo que consiguieron ayer los jugadores que entrena Santi Calero, que conocedores de la necesidad, derrocharon intensidad y ganas, como si en ello les fuese la vida. La situación de riesgo aun continúa y esta victoria solo hace que dar un paso para una permanencia que todavía está muy complicada.

El conjunto del Albense se caracteriza siempre por la gran intensidad que da a su juego su entrenador, Chema, un viejo conocido, que en esta ocasión no encontraba la respuesta de otras ocasiones entre los suyos que estuvieron desaparecidos la primera mitad, algo que aprovechó Chuso para hacer los tres goles para su equipo.

Como era previsible en la segunda mitad llegó la reacción de los salmantinos y con ello también la gran cantidad de faltas que se acumulaban para uno equipo.

Los goles caían para los locales: uno más de Josico, otro de Chuso y también se unía a la fiesta el juvenil Kiko que marcaba el sexto de su equipo.

Solo restan tres jornadas, dos fuera y una en casa, contra el colista ya descendido, pero aun ganando dos partidos la permanencia en Segunda División B puede no estar asegurada, aunque jugando como en este encuentro los benaventanos tienen grandes posibilidades de mantener la categoría.