El Bayern de Múnich acabó con los sueños del Benfica y logró el pase a semifinales en un partido que se le puso cuesta arriba y en el que por momentos lo pasó mal, víctima de sus fallos ante el portero local, un hoy acertado Éderson. Los alemanes remontaron el tanto inicial de Raúl Jiménez antes del descanso y prácticamente cerraron la eliminatoria recién comenzada la segunda mitad, pero erraron numerosas oportunidades ante un equipo, el portugués, que vendió cara su piel durante toda la eliminatoria. Por si tuviera poco el Benfica con medirse a un "gigante" como el Bayern, por si no fuera suficiente estar obligado a remontar el 1-0 de la ida, el conjunto lisboeta se plantó ante su afición con un once plagado de suplentes por las numerosas bajas.

A la sanción del goleador Jonas, se sumó la ausencia del mediapunta argentino Gaitán por lesión y a última hora también la del delantero griego Kostas Mitroglou. Los tres, titulares indiscutibles y responsables de todo el peso ofensivo del equipo. Del lado del Bayern, la única sorpresa fue la decisión de Pep Guardiola de dejar en el banquillo a Lewandowski.