Los diez puntos de diferencia con que se afronta el clásico del fútbol español tiene tanto que ver con la fortaleza del Barça en el Camp Nou como con los fallos del Madrid lejos del Santiago Bernabéu, especialmente en campos teóricamente asequibles. El Barcelona sólo se despistó ante el Deportivo, que arrancó un empate (2-2) después de ir perdiendo por 2-0. Al Madrid se le ha puesto casi imposible la Liga por empates como los de Gijón, Sevilla (Betis) y Málaga. También perdió dos partidos como visitante, pero fueron ante rivales (Sevilla y Villarreal) a los que tampoco pudo ganar el Barcelona.

El relevo en el banquillo no solucionó los problemas del Madrid en sus desplazamientos. Lo vino a reconocer el propio Zinedine Zidane tras el último, pese a la victoria por 1-2 en Las Palmas: "Jugando como en el segundo tiempo no vamos a ningún lado". Al técnico francés se le vio visiblemente molesto con la actitud de sus jugadores, que contrastaba con la predisposición que muestran en el Bernabéu, donde han resuelto todos los partidos -excepto el del Atlético de Madrid- con victorias por goleada.

El Madrid es, de largo, el equipo más goleador de Primera División como local, con 60 tantos, seis más que el Barcelona. En cambio, fuera es superado por su rival del sábado (32 por 27) y tiene muy cerca (25) al Atlético, un equipo que no se caracteriza por su producción ofensiva. El contraste tiene que ver, entre otras cosas, con la aportación de Cristiano Ronaldo, que sólo ha cantado 9 de sus 28 goles lejos del Benabéu, cinco de ellos en el partido frente al Espanyol.

La victoria del Madrid en el Camp Nou se paga cinco a uno, entre otras cosas, por esa falta de fiabilidad en los desplazamientos. Esta temporada sólo se llevó los tres puntos en una de sus visitas a equipos clasificados entre los seis primeros (Celta). Por contra, el Barcelona ha hecho de su campo un fortín, en el que no pierde desde hace trece meses. La última derrota data del 22 de febrero de 2015, cuando el Málaga se impuso por 0-1 con gol de Juanmi. Y desde entonces han pasado por Barcelona el propio Madrid (2-1), el Villarreal (3-0), el Atlético de Madrid (2-1) y el Sevilla (2-1).

Luis Enrique ha conseguido que sus jugadores exploten todo su potencial en los partidos del Camp Nou. Gracias a un terreno de juego amplio, con el césped corto y rápido, el Barcelona puede lucir tanto su fútbol de toque y posesión como de contragolpe, que el técnico asturiano ha incorporado al repertorio atacante. La confianza del equipo, reforzada por la presencia del tridente, se refleja en la respuesta ante las adversidades, ya que ha sido capaz de remontar hasta cuatro partidos: Rayo Vallecano, Eibar, Atlético de Madrid y Sevilla.

A estos argumentos se suma la historia más reciente de los clásicos en el campo azulgrana. El Madrid no gana en el Camp Nou desde el 1-2 de la temporada 2011-12 que sentenció el título de Liga, con Mourinho en el banquillo. En las tres últimas temporadas hubo un empate (2-2) y dos victorias barcelonistas por idéntico resultado (2-1). El balance global de los Barça-Madrid en la historia de la Liga es de 49 victorias locales, 17 empates y 19 victorias madridistas.