Como buen aficionado a "Expediente X", quiero creer que las megaconspiraciones solo existen en las series televisivas y en la calculadora mente de los que se ganan la vida intentando demostrar que la llegada del hombre a la Luna fue un fraude y que las enfermedades son un invento de la industria farmacéutica. Por eso, porque adoro a Mulder y Scully, no creo que detrás del sorteo de los cuartos de final de la Liga de Campeones esté una organización secreta (o no tan secreta) que trabaja a favor del Real Madrid y en contra del Barça. Me gusta la eliminatoria Barça-Atlético de Madrid, y no me importa con quién juegue el Real Madrid, el Bayern o el Manchester City. Dicen que el Wolfsburgo es un equipo fácil de eliminar. No me interesa. Dicen que el Barça le tiene comida la moral al City y al PSG. Me da igual. Dicen que un Barça-Bayern vendería más camisetas en China. Me es indiferente. Jugaremos la eliminatoria de cuartos de final con el Atlético de Madrid y no me importan ni el Wolfsburgo, ni el PSG, ni China, ni esa chiripitifláutica conspiración en contra del Barça y del Apolo XI. ¿Saben por qué? Porque, como diría Montaigne, el verdadero objetivo de la caza es la persecución de la presa.

Una cosa es fallar en la captura, y otra muy diferente efectuar mal la persecución. Este Barça me ha enseñado que la bella persecución del título de campeón de Europa es más importante que mendigar cruces fáciles para intentar ganar un título que salve una patética temporada y lleve algo de tranquilidad al palco. Lo importante no es quién llega a la meta, decía también Montaigne, sino quién efectuará las más bellas carreras. ¿Que el Real Madrid puede ganar la Copa de Europa? Por supuesto. ¿Y qué? Hubo un tiempo en que los culés también queríamos llegar a la meta como fuera, cazar títulos, celebrar banquetes de la victoria como si estuviéramos en la última viñeta de una aventura de Astérix y Obélix. Ya no. Ahora la victoria es algo que llegará, o no, después de una hermosa persecución. Si el Atlético de Madrid nos deja sin Liga de Campeones, pensaremos en ganar bellamente la Liga y en la hermosa final de Copa con el Sevilla. Y si fallamos en la captura de los títulos, la temporada que viene volveremos a perseguirlos jugando un fútbol que merece la pena ver. Que otros se alegren de enfrentarse al Wolfsburgo. Nosotros nos alegramos de pisar la Luna.